¡No te estés tocando!

El título de este artículo es una frase que se escucha con relativa frecuencia cuando los niños llegan a esa edad en que comienzan a sentir cierta curiosidad por algunas sensaciones agradables que les brinda tocarse sus partes íntimas. ¿Qué hacer al respecto? ¿Correr con su chiquito a ver al psicoanalista infantil más cercano? ¿Le dice que “no haga cochinadas”? ¿QUÉ HACER?

La respuesta es sencilla: Nada; simplemente observar, orientar e intervenir sólo cuando se note una conducta anormal.


Así es… su niña o niño, al igual que todos los seres humanos, nace, crece y se desarrolla con una cosa importante y maravillosa llamada pulsión libidinal, o libido; el conocimiento, descubrimiento y placer sexual no es solo cosa de adultos. Por ello, existe un margen de normalidad dentro de ciertas conductas curiosas que el pequeño puede estar manifestando y no por eso significa que sea un “cochino”, que tenga problemas o que sea víctima de algún tipo de abuso de naturaleza sexual.


Existen muchas teorías en las cuales se habla sobre el saludable desarrollo sexual del niño y en todas se acuerda en algo: Es absolutamente normal que los chiquitos manifiesten deseos de tocarse y sentir sus cuerpos entre los tres y siete años y con mayor interés a partir de los ocho, hasta los once y en adelante… Por lo que muchas personas pueden sentirse un poco incómodas con ello. Recuerden: el placer es algo natural y un derecho innato del ser humano. NO ES RECOMENDABLE castigar ni regañar a los niños que sean sorprendidos llevando a cabo estas conductas; no es ni un pecado, ni una cochinada que deba amonestarse. Si bien, uno puede hablar con ellos, ya que es importante que se les oriente hacia desarrollo sexual sano; esto, incluso, debe de ser algo llevado a cabo de una forma muy delicada y discreta, ya que, al igual que los adultos, los niños consideran estos momentos como algo muy íntimo, por lo que no deben sentirse invadidos en su privacidad.


Es recomendable conseguir algún tipo de literatura infantil especializada en tratar el tema de la sexualidad, especialmente si el chiquitín ya está haciendo preguntitas como “¿Por qué mi mami no tiene pene? ¿Cómo nací yo? ¿Y si mi hermanito tiene pene, a mí me va a salir después?”. Puede ser una gran ayuda, ya que posiblemente dará una mejor y más comprensible respuesta a las dudas del chiquitín… y por qué no, hacernos la vida más fácil a nosotros como padres! Sin embargo, si no se cuenta con ello o prefieren tener estas charlas de manera directa, pueden hacerlo; solo recuerden que el niño aún no entiende el sexo como nosotros lo hacemos y por ello, debe de tratarse muy despacito y con mucha paciencia… y por encima de todo, sin calificar, etiquetar o juzgar aquello que es una de las pulsiones más naturales del ser humano.

Así que, ¡Adelante, papás! Hablemos con nuestros nenes abiertamente y sin miedos, ya que del buen manejo de la sexualidad infantil, dependen su auto-aceptación, su sana imagen corporal y el buen desarrollo de su sexualidad.

¡Pronto tendremos una lista de libros que serán de gran utilidad para tratar estos temas con tus peques!

Vanesa Brand

Bibliografía de consulta:


• Cavanagh Johnson, T. (1991). Understanding the Sexual Behaviors of Young Children, SIECUS (Información sobre Sexualidad y Consejo de Educación de los Estados Unidos) Informe; Nueva York: Safer Society Press
• Freud, S. (1905). Tres ensayos sobre teoría sexual y otras obras; Buenos Aires & Madrid: Amorrotu Editores
• García Siso, A. (2003). Conflictos de la identidad sexual en la infancia; Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría; Madrid: ISSN- 0211-5735