¡A estudiar se ha dicho!

Ahora que estamos iniciando un nuevo ciclo escolar comenzamos con los retos que implican nuevos profesores, materias, dinámicas, tareas e incluso hasta de una nueva escuela.

La primer parte del ciclo debemos aprovecharla para inculcar y fortalecer en nuestros hijos rutinas y hábitos que los ayuden no sólo con su trayectoria académica actual, sino a lo largo de su vida.

Los hábitos de estudio son imprescindibles para aprovechar al máximo las experiencias de aprendizaje de los niños, así como la perseverancia, concentración, seguimiento de instrucciones y cumplimiento de reglas; a través del esfuerzo diario y el tiempo productivo.

Sin embargo, ¿cómo logramos que nuestros hijos desarrollen hábitos de estudio?


Los hábitos de estudio son muy fáciles de lograr si trabajamos en equipo con nuestros hijos. Sólo se requiere entregar el tiempo y la dedicación necesaria para conseguirlo puesto que consiste en la repetición del acto de estudiar en las condiciones más similares posibles, es decir, el mismo lugar, la misma hora, con la misma metodología y orden.

Para ello te proponemos algunas estrategias sin que sea una constante batalla con tus peques. Aplícalas y notarás los cambios de forma rápida y consistente.

1. Establece un horario y ¡Respétalo!

Determinen, en conjunto con tus peques, el horario que se dedicará a estudiar y hacer tareas. Es importante que todos participen en la decisión, así desde el inicio todos estarán de acuerdo, y asumirán la parte de la responsabilidad que les corresponde desde una posición más participativa y de convencimiento. Una vez que se haya establecido el horario, deberán respetarlo SIEMPRE y si algún día no hay tarea aprovecha ese tiempo para leerles o mostrarles algo que les interese o trabajen en un proyecto a largo plazo que compartan como familia.

2. Espacio tranquilo para estudiar

Procura que siempre sea el mismo lugar donde hagan su tarea o estudien, que sea cómodo, tranquilo, bien ventilado y sin distracciones como la televisión o la tablet. Tengan a la mano lo necesario para realizar sus tareas como lápices, gomas, colores, etc.

3. Despierta su curiosidad por aprender cosas nuevas

Los niños son curiosos por naturaleza ¡aprovéchalo! Muéstrales lo interesante que puede ser un tema, cuál es su utilidad y aplicaciones en el mundo que conocen. Platica con ellos y crea experiencias que lo estimulen a conocer más del tema o que le faciliten su comprensión. ¡Puedes utilizar muchos recursos como videos, documentales, visitas a museos, exposiciones, cuentos, obras de teatro, juegos virtuales, historias de vidas, etc para despertar su curiosidad! ¡Creatividad e imaginación papás!

4. Ayúdalos a organizarse

Establezcan juntos un programa de trabajo que le facilite recordar cómo empezar su sesión de estudio, qué actividades tiene que hacer ese día, cuando tiene que entregar tareas, etc. Pueden utilizar un pizarrón para que puedan visualizar fácilmente sus tareas y los tiempos que deben emplear en ellas, de esta forma se acostumbrarán a establecer una estructura para ocupar su tiempo de forma productiva.

5. Hazlo responsable de sus deberes

Tus hijos deben aprender que ellos son responsables de cumplir con sus tareas y actividades, que es SU OBLIGACIÓN cumplir con ello, no es la obligación de mamá ni de papá. Reflexionen sobre las consecuencias de no cumplir y en su caso permite que las asuman y así comprenderán mejor los efectos de sus pensamientos y decisiones en la vida.

6. Estar alerta a las señales de frustración

Como cualquier hábito que queramos arraigar es importante mantener una actitud de ánimo y constancia a pesar de que surjan situaciones estresantes como el aumento de la carga de trabajo. Si identificas señales de frustración en tus hijos dales un tiempo de descanso para recuperar energía y entusiasmo. Anímales a seguir con sus actividades y lograr sus metas, hazles saber que confías en su capacidad y perseverancia. Por ningún motivo los dejes abandonar o lo hagas tú por ellos.

Felicita a tus peques por terminar sus tareas y estudiar ya que las tareas no siempre son fáciles o agradables

Recuerda que la formación de hábitos requiere de paciencia y constancia. Es un esfuerzo familiar donde cada miembro participa de forma activa en construirlos y debe estar basado en estímulos positivos ante los avances que muestran los niños, por muy pequeños que sean. No esperes perfección. Recuerda que lo importante es el camino, no la meta.

Busca siempre estar a atento a sus dudas e inquietudes y en la medida de lo posible trata de responder sus preguntas y dar críticas constructivas.

Los hábitos de estudio bien adquiridos fortalecerán una actitud disciplinada, constante y perseverante que asegurarán el éxito en la trayectoria académica de tu peque y a lo largo su vida.

Así que..... ¡A estudiar se ha dicho!

Happy & Safe Staff

Colaboración con Maciel Padilla