Libros para los más peques
Libros para los más peques: Diversión y Aprendizaje!!
Fomentar el gusto por la lectura en nuestros hijos es algo que podemos iniciar desde que son muy pequeños, ya que no necesitan saber leer para que puedan disfrutar y aprender de un libro. Actualmente, hay una gran variedad de libros que estimulan la imaginación, la creatividad y el aprendizaje más allá de las letras, a través de colores, formas, imágenes, texturas, incluso sonidos, que podemos incorporar en los juegos diarios con nuestros hijos. Cuando son muy pequeños, puedes iniciar con actividades sencillas como mostrarle el libro y contarle historias breves y simples, que despierten su curiosidad y atención, elige libros que estimulen sus sentidos con la amplia variedad de recursos que encontramos en los libros como colores, texturas, sonidos, formas y ventanas. Te recomendamos que en esta etapa utilices libros de tela o de cartón rígido, de tamaño grande que puedan manejar fácilmente, que tengan colores llamativos y figuras grandes para que las pueda identificar de manera sencilla. En el momento que empiezan con sus primeras palabras, los libros son un recurso muy valioso para que comiencen a asociar las imágenes con las palabras, lo que ayuda a incrementar el vocabulario de tu pequeño de forma natural y divertida. Los libros pueden convertirse en un compañero de tus hijos en cada una de sus etapas de desarrollo y la lectura será un recurso más para jugar, aprender, explorar y conocer el mundo que los rodea. Aquí te dejamos algunas sugerencias de libros para pequeños de 0 a 3 años. Cada semana te daremos algunas sugerencias para ir aumentando la biblioteca de tus hijos! Un libro Garabato Historia sencilla y divertida con simpáticas ilustraciones. ¿Negro? ¡Blanco! ¿Día? ¡Noche! El libro de los opuestos ¡Mío! Trata con humor de la actitud posesiva de los niños pequeños. Unas imágenes delicadas acompañan este texto sencillo y divertido acerca de la amistad. Una casa a la medida Simpática historia sobre las aventuras de un ratoncito en búsqueda de meter una manzana en tu pequeña madriguera. El desarrollo de la historia permite ir deduciendo a los lectores la solución. El príncipe no duerme Amena narración en verso acerca de esa hora tan difícil del día: “ir a dormir”. |